Una amiga me preguntaba hace unas semanas si debía casarse o no, llegado el momento. Pues..., llegado el momento lo normal es casarse, sino, es que el momento no ha llegado. No supe si hacía bien diciéndole que sí, o quizás debía quedarme en el tópico y gritar: "¡Ni se te ocurra!" Así que ejercí como gallego, expertos en responder este tipo de preguntas, y le contesté con un "depende". Siempre hay un momento en el que merece la pena echar mano de los tópicos.
La típica broma sobre los homosexuales, de que se casen para que se jodan como nos jodemos los demás, solo tiene gracia en un contexto. La mayoría de la gente asocia el matrimonio a un lugar terrible donde se pierde la libertad y se es infeliz, el infierno; Pero no es así. Quiero creer que no es así, aunque como siempre digo, tú no me hagas mucho caso porque yo de esto no entiendo.
El matrimonio no te hace ser ni más ni menos libre, ni más ni menos guapo, ni más ni menos gordo. No, no es el matrimonio el que engorda. Es el hecho de unirte a una persona, de compartir tu vida con alguien, lo que hace que vayan surgiendo roces fruto de esa convivencia. ¿Normal? No sé si es normal o no, pero es lo que pasa. Todo influye cuando convives con una persona: la manera de afrontar los problemas económicos, las enfermedades, el horario de trabajo, eso de dejar los calzoncillos tirados en el baño... Pero todos esos problemas los tendrías igual si no te hubieras casado. No me cuentes que tu hijo lo entenderá mejor cuando le digas que solo erais novios, y tampoco me hables de dinero, el dinero no tiene nada que ver con el matrimonio. Solo conozco un método infalible para no tener nunca problemas con tu pareja: no tener pareja.
¿De verdad crees que esa relación se ha estropeado por culpa de una firma en un papel? Tampoco voy a negarlo categóricamente, no tengo pruebas. Es posible que los jueces, alcaldes, e incluso los curas que se dedican a estos menesteres, tengan unos bolígrafos malditos, puestos allí por el mismísimo diablo, que destrozan el amor que existe entre dos almas cada vez que los tocas. Es posible. Todo es posible. También es cierto que si no nos casamos, no tendremos a quién culpar del fracaso de nuestra relación. Y tener a quién culpar siempre es interesante, aunque sea a un bolígrafo.
Como dice mi amiga, lo que viene después lo llaman "viaje de novios" y no "viaje de casados", por algo. Será que los efectos del boli no son inmediatos y empiezan a hacer efecto pasado un tiempo. En mi caso el matrimonio no cambió nada de lo que sentía. Yo, al día siguiente, seguía igual de enamorado de mi chica que el día anterior, y mi esposa - Que es como dijo la señora juez que debía llamarla a partir de entonces, aunque yo en eso nunca le hice caso - estoy seguro de que pensaba lo mismo.
Nuestra manera de vivir no notó ningún cambio por aquello de habernos casado. Tampoco nadie a nuestro alrededor, a parte de los dos testigos que tuvimos que llevar a la boda, se enteró de que algo había cambiado. La rutina, esa famosa rutina que dicen arruina los matrimonios, hacía años que estaba instalada en nuestras vidas, ya era de la familia. A mí me gustaba mi rutina; me gustaba mi vida con Sonia, por eso me casé con ella.
No cambié nada sustancial en mi día a día después de la boda, todo siguió igual, y seguramente todo hubiera continuado así durante mucho tiempo si no hubiera sido por aquel incidente con la magdalena.
La típica broma sobre los homosexuales, de que se casen para que se jodan como nos jodemos los demás, solo tiene gracia en un contexto. La mayoría de la gente asocia el matrimonio a un lugar terrible donde se pierde la libertad y se es infeliz, el infierno; Pero no es así. Quiero creer que no es así, aunque como siempre digo, tú no me hagas mucho caso porque yo de esto no entiendo.
El matrimonio no te hace ser ni más ni menos libre, ni más ni menos guapo, ni más ni menos gordo. No, no es el matrimonio el que engorda. Es el hecho de unirte a una persona, de compartir tu vida con alguien, lo que hace que vayan surgiendo roces fruto de esa convivencia. ¿Normal? No sé si es normal o no, pero es lo que pasa. Todo influye cuando convives con una persona: la manera de afrontar los problemas económicos, las enfermedades, el horario de trabajo, eso de dejar los calzoncillos tirados en el baño... Pero todos esos problemas los tendrías igual si no te hubieras casado. No me cuentes que tu hijo lo entenderá mejor cuando le digas que solo erais novios, y tampoco me hables de dinero, el dinero no tiene nada que ver con el matrimonio. Solo conozco un método infalible para no tener nunca problemas con tu pareja: no tener pareja.
¿De verdad crees que esa relación se ha estropeado por culpa de una firma en un papel? Tampoco voy a negarlo categóricamente, no tengo pruebas. Es posible que los jueces, alcaldes, e incluso los curas que se dedican a estos menesteres, tengan unos bolígrafos malditos, puestos allí por el mismísimo diablo, que destrozan el amor que existe entre dos almas cada vez que los tocas. Es posible. Todo es posible. También es cierto que si no nos casamos, no tendremos a quién culpar del fracaso de nuestra relación. Y tener a quién culpar siempre es interesante, aunque sea a un bolígrafo.
Como dice mi amiga, lo que viene después lo llaman "viaje de novios" y no "viaje de casados", por algo. Será que los efectos del boli no son inmediatos y empiezan a hacer efecto pasado un tiempo. En mi caso el matrimonio no cambió nada de lo que sentía. Yo, al día siguiente, seguía igual de enamorado de mi chica que el día anterior, y mi esposa - Que es como dijo la señora juez que debía llamarla a partir de entonces, aunque yo en eso nunca le hice caso - estoy seguro de que pensaba lo mismo.
Nuestra manera de vivir no notó ningún cambio por aquello de habernos casado. Tampoco nadie a nuestro alrededor, a parte de los dos testigos que tuvimos que llevar a la boda, se enteró de que algo había cambiado. La rutina, esa famosa rutina que dicen arruina los matrimonios, hacía años que estaba instalada en nuestras vidas, ya era de la familia. A mí me gustaba mi rutina; me gustaba mi vida con Sonia, por eso me casé con ella.
No cambié nada sustancial en mi día a día después de la boda, todo siguió igual, y seguramente todo hubiera continuado así durante mucho tiempo si no hubiera sido por aquel incidente con la magdalena.
Todo esto es complicado y no es un tema en el que se pueda dar consejos. Cada uno cuenta la feria según le va y esto del matrimonio no es para menos.
ResponderEliminarQué pasó con la Magdalena?????
Cada uno cuenta la feria según le va y según el momento del día en que le preguntes. Lo de la magdalena fue la ostia.
EliminarLos matrimonios y relaciones deberían pasar por la ITV.
ResponderEliminarun beso
Uf... no me mola a mí eso, hace unos meses no pasé la ITV solo por una tuerca que había que apretar y que no sujetaba nada importante. Que otro tenga que decidir sobre una relación que te compete a tí... no, sería demasiado fácil.
EliminarBueno quizás de esa manera se tenga que hacer mantenimiento a diario. un beso
EliminarTienes mucha razón en lo que has contado, nada es fácil, ni díficil a la vez, todo está en como quieras llevarlo.
ResponderEliminarAAhhhh qué paso???
El lunes, el lunes...
EliminarSiempre se está con el tópico ese, pero yo he visto a gente que antes de casarse ya había engordado...Sigo diciendo que me fascina cuánto se quiere la gente antes y durante la boda...cuánto proclaman su amor a los cuatro vientos y luego ya no se oye nada, desaparecen del mapa literalmente.
ResponderEliminarMe encanta tu boda...cuando digo que yo si algún día me caso lo hago así me llaman sosa. Mira puede que sea la mejor forma para que no exista un antes y un después...porque claro un bodorrio siempre marca un antes y un después...hasta la gente mira con otros ojos a los casados y van preguntando aquello de "y para cuando el bebé?" mientras que así...lo saben cuatro personas y ya.
Uno de los últimos bodorrios a los que asistí, los chicos se separaron a los 6 meses, algún compañero apuntó que en la próxima boda le pondría una clausula al regalo: "Devolver si el matrimonio dura menos de un año"
EliminarEso de que los cambios vienen cuando firmas...no sé, depende de si están esperando que la vida se les resuelva mágicamente tras ese golpe de bolígrafo, que, como no suel pasar, se frustran, Pero vamos, que conozco muchas parejas que no han cambiado para mal ni un ápice tras la firma.
ResponderEliminarEs la maldición del boli bic que escribe normal, de haber usado uno con punta fina otro gallo cantaría. A tampoco me cambió nada, ni para bien ni para mal.
EliminarHacía tiempo que no pasaba por tu blog si es que voy pasito a pasito, como una tortuga jajaja.
ResponderEliminarEn esta vida todo es burocracia, todo a base de papeles y contratos, pero nada puede cambiar tras una firma, y es que la convivencia no suele ser nada fácil.
Un beso.
Mi blog también va pasito a pasito, dentro de nada una tortuga irá demasiado rápido como para poder seguirla.
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