Supongo que todas las historias de amor comienzan así, sin querer. Estás tan tranquilo, a lo tuyo, y de repente ves algo que te llama la atención y allá vas. Nadie te da garantías de nada, puede que lo que hayas visto sea solo un espejismo y al llegar allí no te encuentres un oasis sino un montón de piedras, pero tienes que ir, tienes que confirmarlo por ti mismo o siempre te quedará la duda.
- Jose, ven que te presento. Esta es Sonia - Dijo Lola mientras me empujaba delante de la chica nueva- Sonia, este es Jose.
De repente estaba delante de ella, rubia, algo menos de metro setenta, ojos verdes; No suelo fijarme en el color de ojos de la gente pero la manera en que me clavó la mirada hizo que fuera inevitable. Vestía unos vaqueros azules y una chaqueta de punto de color beis. Todo en su atuendo daba a entender que era una niña corriente, sin ganas de aparentar otra cosa. Una niña muy bonita por cierto. Tenía las manos entretenidas con un cigarrillo sin encender al que no paraba de dar vueltas, aunque no pude prestar mucha atención a sus manos pues fueron sus ojos, enormes, los que llamaron mi atención. Sobre todo por la manera en que me miró, en dos segundos me había hecho una radiografía de arriba a bajo. Por su manera de moverse, no paraba de agarrarse a su compañera, era como si fuera pidiendo protección; parecía perdida en aquél lugar, y eso la hacía más interesante si cabe.
- Encantado... - es lo más que acerté a decir mientras le daba los dos besos de rigor.
No tuve tiempo a decir mucho más pues al momento otra de las chicas llegó corriendo y se la llevó al grito de "ven ven... corre corre" ¿Porqué las mujeres tendrán siempre tanta prisa? ¿Estaría Beckham en calzoncillos en la puerta? No sé... No me quedó otra que mirar como la que podía ser la mujer de mi vida desaparecía entre la gente.
Allí me quedé, sujetando mi cerveza, una heineken a medio empezar, con la mirada perdida en la multitud esperando a que volviese a aparecer, cuando un animal corpulento de casi dos metros se abalanzó sobre mí. Era Fran, mi mejor amigo los fines de semana. A mi "mejor amigo de fin de semana" apenas le conocía. En serio; habíamos coincidido un sábado de aquellos, los dos un poco perjudicados por el alcohol, y nos habíamos hecho buenos amigos hablando sobre temas sin importancia (Si consideramos la cría de aves de corral un tema sin importancia) A partir de ahí se convirtió en mi mejor amigo, en mi confesor, y yo por supuesto en el suyo. Era mi cita de casi todos los sábados, siempre andaba por allí, y todos nuestros problemas terminaban saliendo en alguna conversación entre copa y copa. No era raro terminar la noche hablando de chicas, porque a los veinte años el tema "chicas" es igual de complicado que a los treinta y a los cuarenta, te lo aseguro. Fran era un buen consejero pero, todo hay que decirlo, no brillaba especialmente por su delicadeza.
-¿Que haces pringao?- dijo sujetándome fuerte por el cuello
- Nada, aquí.
- Anda, déjate de tonterías y págate unos chupitos.
- No Fran, ahora no puedo, más tarde ¿vale?
- ¿Que ahora no puedes? ¿Andas otra vez detrás de Lolita eh? - Dijo entre risas mientras me quitaba la botella de la mano - Pues venga espabílate que ahí la tienes.
Sin querer había acertado, en aquel momento Lola era la persona con la que quería hablar, así que le hice una seña de "nos vemos luego" y me dirigí hacia ella. Fran estaba convencido de que entre Lola y yo había algo. La chica me gustaba, pero la verdad es que nunca la había visto con esos ojos, simplemente éramos amigos. Me puse a su lado y, como había confianza, le pregunté sin rodeos:
- Oye Lola, esa amiga tuya...
- Tiene novio - Me soltó ella también muy directa sin dejarme terminar la frase, y añadió con tono burlón, lo que delataba que me había pillado - Y se quieren.
Me sentí como si me acabasen de dar una hostia. No sabía como continuar la conversación pero en ese momento empezaron a sonar las lentas. ¿Recuerdas cuando ponían canciones lentas en las discotecas? A mí me gustaba, ahora ya no las ponen, al menos en las discotecas que yo frecuento. Entonces, Lola, que no había dejado de sonreír, se agarró a mi y nos dejamos llevar por la música.
- No te pongas triste, no es una chica para ti.
- No te rías de mí anda...
- No me río de ti, solo te digo que tú eres un buen chico y Sonia no es una chica para ti.
- ¿Por qué?
- Por nada. Porque no lo es.
- ¿Y como se supone que es una chica para mi?
Durante unos segundos los dos nos quedamos callados moviéndonos al vaivén de la música, entonces se acercó a mi y me dijo al oído:
- Pues... una como yo.
(Continuará)
PD: Esto del "continuará" es lo que mejor me sale, sin duda.
Yo también me quedo prendada de los ojos... no soy capaz de retener ningún otro rasgo pero los ojos, cuando trasmiten, se me quedan grabados a fuego
ResponderEliminar¡¡¡Que peligro tenían las lentas!!!!...
A fuego! Eran momentos de altas temperaturas en el local. :)
EliminarJoder, yo que pensaba que tenía poderes y resulta que lo único que tengo es retentiva!!!! (Diciembre de 2008)
ResponderEliminarYa avisé que se trataba de un "remake", es necesario para no dejar colgada la historia (Mas que nada por quién tu ya sabes que no tiene tanta memoria como nosotros y se le olvidan las cosas, y después se pasa medio día quejándose de que anda perdida) Tenía idea de ir introduciendo en todos los textos material inédito, pero aquí no tocaba. No sabía que te tenía entre mis lectores, me tienes confundido.
EliminarNo veo por qué no voy a leerte. Que te confunda la noche, yo no, que soy muy cristalina, como tus ojos de gato :)
ResponderEliminarps. No leí lo del remeic, si por mi bien (es tu blog, es tu folleteo), es sólo que me sonaba...
Cristalina. Una vez me dijeron: "que tú no entiendas no significa que yo no me explique", lo entendí perfectamente.
ResponderEliminarGracias por pasarte fle, te espero el lunes, aunque no sé si tendré algo fresco para entonces...
Lo que sea, me gustará (re)leerlo.
ResponderEliminarCristalino es un adjetivo que pocos pueden usar...
Me gustas, Enol. Sip, sip... :)
:O
EliminarEsa Lola es de las mías... directo al grano, como debe ser. Sí señor.
ResponderEliminarY luego, que sea lo que Dios quiera. jajajaja.
Ya contarás cómo sigue, estoy impaciente.
Un besín ;)
El lunes, el lunes...
EliminarBuuufff! Qué guay esa gente que te dice qué es lo que es para ti, lo que te mereces o lo que no...menos mal que fue para engancharte y no como alguna gente que son perro del hortelano, que ni comen ni te dejan comer...por si les entra envidia, celos, o qué se yo!
ResponderEliminarBueno sigo leyendo a ver que nos trae el "continuará".
Al Hortelano tengo que dedicarle una entrada un dia de estos
ResponderEliminarjajajaja, todos tenemos algun hortelano en algun momento de nuestra vida...
ResponderEliminarhay blogs enteros dedicados a ellos!!
(Siento no haberme pasado antes por aqui... ultimamente ando con pocas ganas virtuales)
Bru, es cierto que hace un tiempo que no te veo, espero que vaya todo bien.
EliminarA mí la historia del hortelano me dará como mucho para dos capitulos, aunque creo que me centraré más bien en su perro. Un bico. Cuidate.