miércoles, 28 de abril de 2010

¿Qué hay de nuevo?

Hola amigo, cuanto tiempo sin vernos…
Seguramente hará más de cuatro meses que no me paso a contarte mis penas, eso que sales ganando, pero es que no estoy seguro de querer seguir dando vida a este patético personaje. No estoy en el mejor de mis momentos y me asusta que mi estado de ánimo termine por impregnar mis letras; los blogs de llorones me aburren.

Uno de mis mayores problemas es el no ser tan imbécil como creo que soy. Si fuese tonto de verdad ciertas cosas no me dolerían, porque sencillamente no perdería mi tiempo pensando en ellas. A veces me sorprendo a mi mismo analizando mi vida y mi manera de ir jugando la partida, y suelo ser bastante duro conmigo mismo. Debido a la falta de trabajo, al excesivo número de horas muertas, o después de una inocente conversación con algún amigo te paras a pensar, y pensar es malo. Deberían poner letreros como hacen en las autopistas: “No piense, su vida será más sencilla, y ahorrará combustible”, pero nadie te avisa de eso hasta que ya es demasiado tarde.

Sé que mirar atrás y arrepentirme de lo que he hecho sirve de bien poco. Soy consciente de ello - no voy a mentirme a mi mismo – y de que dado el caso volvería a hacer lo mismo; con la sencilla y tan utilizada excusa del: “es que yo soy así”, volvería a zambullirme en los mismos berenjenales. También es cierto que he disfrutado de momentos… únicos - no voy a decir irrepetibles porque espero volver a sentirme ahí arriba de nuevo, no pierdo la esperanza - Entonces ¿Para qué arrepentirse? Te voy a ser sincero: creo que no me arrepiento de nada importante. La vida es sencilla, la complicamos nosotros, y lo coherente es mirar adelante, aceptar lo que has hecho, y dejarse de tonterías.

Pero una cosa es decirlo y otra muy distinta que esa parte de ti que se empeña en pensar por si misma, y que tan dura es a la hora de juzgarte, esté del todo de acuerdo. Y cuando estás de bajón y ella toma las riendas las cosas por dentro se tornan complicadas.
¿Qué por qué te cuento todo esto?
No lo sé.
Quizás solo sea que no sé como continuar este blog, se me ha quedado un poco grande y hay cosas que no me apetece contar. Dicen que calladito estoy más guapo y a mi edad uno no debe pasar esas advertencias por alto.
El finde parece quedar muy lejos. Necesito salir de aquí. Necesito escapar. Hoy he encontrado todas las salidas cerradas. Volveré a intentarlo; a ver si el lunes…